Tentativa de celos

No se si la longitud de los versos es la original.
Traté de ordenarlos un poco, ya que tampoco
es esta la forma en que encontré
este poema de la rusa
Marina Tsvietáieva.

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¿Cómo te va la vida con otra?
Más fácil, ¿verdad? Golpe de remo.
¿Cuándo -¿pronto?- por un puente seguro se alejó de ti el recuerdo
de mí, una isla que flota?
(En el cielo, no en el agua.) Almas. No amantes,
sino hermanas son nuestras almas.

¿Cómo te va junto a una simple mujer? ¿Sin divinidad alguna? Tras haber derrocado a tu reina (tú mismo privado del trono),
¿Cómo vives?, ¿te preocupas?,
¿te enfadas? ¿Cómo estás al levantarte?
Con ésa que te ha atado al cuello
su tributo inmortal, el tedio,
¿cómo te va, pobrecito mío?
«-Estoy harto de convulsiones, de dolor: voy a agenciarme un hogar.»
¿Cómo te va con cualquiera,
a ti, que fuiste elegido por mí?

¿Es la comida más comestible?
y si te cansa, mala suerte.
¿Cómo puedes vivir con un idolillo, tú, digno antes del Sinaí?
¿Cómo vives con ésa, tan distinta a nosotros?
¿Una extranjera, costilla de tu pecho?
¿La vergüenza, ese azote de Zeus,
aún no te ha herido la frente?

¿Cómo te va la vida? ¿Estás sano?
Y las musas, ¿te llaman aún a veces?
Y la dicha, ¿se hace ver? ¿Alguna vez?
¿Y esa llaga inmortal -la conciencia- qué, mi pobre?

¿Cómo vives con un producto
del mercado? ¿Pesa mucho?
Tras el mármol de Carrara,
¿cómo te va con una prótesis de yeso?

Del mismo bloque tallamos a Dios, para romperlo acto seguido.
¿Va bien una cienmilésima,
para ti, que conociste a Lilit?
¿ Estás ya harto de esa mercadería novedosa?
Cansado de mi magia, ¿cómo te va con una mujer terrestre que carece de sextos
sentidos?

Venga, con franqueza, ¿sois felices? ¿No?
¿Cómo se vive en un abismo sin profundidad amor mío?
Cuesta, ¿verdad?
¿Te cuesta tanto como a mí con otro?

Mi vida con Mario

Tengo 11 minutos.

Se supone a las 17 llegaran los diseñadores del diario y empezaremos a preparar las páginas.

Sin embargo, desde el domingo estoy pensando en el famoso Mario Benedetti, que se murió, que escribió muchas poesias y a quien yo lei desde mis adolescencia (que por cierto no está tan lejos).

Resulta que mi primer encuentro con él fue cuando tenía como 16 años. Nadia tenía en la casa de su abuela una colección de libros de grandes escritores que publicaba Pagina 12. Me tome prestado uno que aún no le devolví. Era un préstamo a largo plazo se ve. De ahí, la lectura que más me conmovio fue un cuento corto que se llama "la noche de los feos". Capaz que lo que más me impresionaba era imaginarme que algún día podía ser así de fea y estar parada sola en la cola de un cine. Por ese tiempo también, un jovencito q conocí, me regalo un papel donde estaba escrito "Corazón coraza". Recuerdo que siempre me preguntaba como podía él suponer-imaginarse-creer que yo era "buena desde el alma hasta mi", si ni siquiera me conocía. En fin... tampoco me conoció.

En una tarde de Agosto de 2007, Franito se llevaba un libro de Benedetti para leer en los tiempos muertos de un curso de abogados al que iba. Era "Gracias por el fuego" me parece. Ese día me preguntó si había leído "La Tregua" y se indignó ante mi "in-cultura". Más o menos que me obligo a leerla, al prestarme el libro sin que se lo pida (creo). De esa novela, lo que más recuerdo es un texto donde él relata que le contó a Avellaneda toda la verdad sobre su mujer fallecida. Había una frase "Se lo conté porque es digna de la verdad" o algo parecido. Me quedó muy grabada esa idea de "Dignidad". Ser digno de que a uno le digan toda la verdad, y q este hombre mayor, en su enamoramiento, pueda reconocerle esa dignidad a su amada.
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Una noche de noviembre de 2008, en costanera norte, frente al aeropuerto, un mimo me dijo cara a cara los versos de "Tengo una soledad tan concurrida".

Marcos nunca habrá sabido que "Ya mi rostro de vos
Cierra los ojos
Y es una soledad
Tan desolada" eran poco más que la puesta en palabras del sentimiento que me embargaba en aquellas noches porteñas, y en las actuales bandeñas.

El asunto es que este hombrecito, Benedetti, fue un escritor popular. Toda personas más o menos iniciada en la literatura conoce de sus textos, y probablemente su principal riqueza resida en haber codificado en palabras esas sensaciones tan comunes a las personas.

Deseos de veinteañera

Para mis 27 años deseo, me prometo y me propongo convertirme en una chica normal.
Si, si, si... de ahora en adelante, adios a las zapatillas, chinelas y chatitas. A partir de hoy, riguroso taco, para corregir la postura y la falta de estatura (que no es lo mismo que de "altura") y maquillaje para cubrir los defectos de mi cara con el reboque de la cosmética. Además, me olvidaré de mi desprecio por la industria cultural y a partir de hoy vere telenovelas, si son mexicanas y brasileñas mejor, y a través de ellas aprenderé como se comporta una mujer, y sabré de las peripecias de la vida. Asimismo, leere el diario: El Liberal, Clarin, La Nación, y por supuesto, el Nuevo Diario (Nada de la Barcelona o Crítica, porque las chicas normales no entienden de esas cosas). Entre mis nuevos gustos literarios se destaca también Paulo Cohelo. El brasileño se convertirá en mi nueva fuente de inspiración y lejos quedarán Cortazar, Octavio Paz, y mucho más Joseph Conrad (Las chicas normales jamás leeran Rayuela 3 veces, ni se creeran que amarnos eras vos con un vela verde). Dejare el gimnasio, definitivamente dejaré el gimnasio, porque la vanidad no es valor que cultiven las chicas normales. Aparte, a esa hora seguramente estaré en mi curso de inglés para adultos (las chicas normales no terminaron el anglo cuando iban a la secundaría, tenían cosas más importantes) o de salsa. Si yo hubiera sido una mujer del siglo XIX, me hubiera dedicado a aprender a coser, o a bordar, pero me toco el siglo XXI, y seguramente deberé hacer un curso de computación también. Al dejar el gimnasio, empezare a engordar, comere chocolate y galletas en exceso, pero una vez por mes llevare adelante la dieta de la luna, para desintoxicarme.Por otro lado, mis gustos musicales también cambiaran. Desde este momento, Luis Miguel y Ricky Martin en convierten en mis artistas favoritos. ¿Quien me va hablar a mi de Jorge Drexler, que en su vida el único tema que hizo sirvió para una publicidad de sopa?, ni qué decir de Los Beatles, que ya se separaron hace 1000 años. Esa música escuchaban, a lo sumo, los padres de las chicas normales.
Los fines de semana serán particularmente especiales para mi. Viernes y sábado tendré mesa fija en Chester y entrada gratis para Cayococo, Fidel o La Sala. A esos lugares, acudiré con mis amigas, todas ellas, por supuesto, señoritas absolutamente normales que gustan del regaton y saben contornearse espasmodicamente al ritmo de Don Omar o Daddy Yankee, quienes también cuentan entre nuestros músicos favoritos. En esos lugares de socialización nocturna cautivare la mirada de algún empleado público provincial con incipiente calvicie que use el celular colgando del cinto del pantalon. Este respetable señor, me invitará a bailar una cumbia y en medio del ritual me preguntara seriamente interesado "¿De qué signo sos?". Luego, siguiendo religiosamente los pasos del cortejo, me llamara por teléfono, me enviará mensajes y me invitará a salir a tomar algo (o todo). Pero como yo soy una chica normal, y ya me instruí sobre los deseos de los hombres a través de las novelas, sabré decir que no, cuando quiera decir sí (Hay que hacerlos desear, me enseño televisa).
Una vez que el muchacho haya insistido lo suficiente y yo esté convencida de sus buenas intenciones, accederé a una salida a Fini o al Carlos V, donde tomaremos café o cerveza.Después iremos al cine a ver alguna pelicula de Hugh Grant o de Stallone (Nada de David Linch o cine japones, que a Santiago tampoco llega). A todo esto, yo ya estoy absolutamente convencida de las buenas intenciones de mi festejante y él se ha ganado el derecho de conocer mi entrepierna en el asiento trasero de su auto (o de sus padres), o en algún hotelucho barato de esos que abundan en la Capital (y tb en La Banda).
Y así, luego de varias novelas y fines de semana en Chester conociendo empleados del IPVU, me olvidaré que un día creí que el amor se manifestaba de las formas más contradictorias, y que en un tiempo me bastaba con tu olor para saber qué era todo lo que quería.

Otra de hombres y mujeres

Contexto: Como parte de mi trabajo en Dorsac grupo debía realizar encuestas. Al final de cada una tenía que completar las fichas con sexo, edad y profesión de la persona encuestada.

Alicia: ... ¿a qué se dedica?
Encuestado: Soy ama de casa
Alicia: (tratando de recuperarse rápidamente de la sorpresa) Amo de casa en todo caso.
Encuestado: No, ama de casa, porque yo hago de mujer.
Alicia: Ah bueno, muchas gracias.

Delitos y no tanto

Contexto: Un día de la semana. Cena con los chicos.

Tenemos varias cosas dulces para comer después de la cena. Aprovechamos unos chomps que quedaron de la visita de Sergio a lo de sus tíos. Ya comimos mucho, pero queda uno.

Sergio (A Pablo): Queda uno ahí. No lo dejes huerfanito, cometelo
Pablo: No me gustan los huérfanos (y toma el bombon)
Sergio: Por eso te los comes
Pablo: El Padre Grassi me dicen.

Diez años no es nada




Encontre esta foto en mi memoria y le pedi a Marian que la escaneara y me enviara vía msn. Y es que haber compartido un segundo egreso juntas me disparo (aunque unos días después) el recuerdo de esta imagen que capturo Sergio la noche de nuestra cena de egresadas de secundaria, allá por el 17 de diciembre de 1999. ¡Qué ganas de sentirnos "mujer" que teníamos! No se cuanto fucking tiempo habremos estado eligiendo vestido, zapatos, peinado, tomando sol y yendo al gimnasio (al menos yo). Pensar que la comida nos cayo mal me resulta muy gracioso hoy.
Por otro lado, decido poner estas fotos en este espacio público, y permitir que un monton de gente pueda verlas porque es un hermoso recuerdo de toooodos los momentos que compartimos en estos más de 10 años desde que nos conocemos y somos amigas, compinches, confidentes, compañeras.
Sí que pasamos momentos juntas: novios, amigos, amantes, secretos, inicios, apuntes, proyectos, la idea de tener hijos (o no), una carrera que nos puso donde estamos, e incluso la cama. Te suena lésbico? A mi me suena super tierno, será porque sólo dormi con quien amé.
En fin... el asunto es que los actuales 1200 km que nos separan, no lograron distanciarnos y realmente me sorprendió como al llegar a tu casa el 26 de septiembre último tuve la clara sensación de que nos habíamos visto ayer.En definitiva, estamos iguales: vos pareces una muñeca y yo conservo la sonrisa.
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Eso sí, yo estoy mucho más joven =P