Señor arrebatador de carteras en la vía pública: La
conciencia de clase no me deja pasar esta oportunidad sin expresar lo
inconveniente de su negocio. Tras romper mi cartera, con un uso de ya 2 años,
es decir, totalmente amortizada, Ud. logra un beneficio, que está lejos de ser
proporcional con los perjuicios que me atañen, y muchísimo más lejos del bien
que le genera al sistema capitalista que, precisamente, promueve y favorece la
existencia de este tipo de prácticas.
En primer lugar, Ud se lleva una cartera con la suma de $50 que alcanzan para… supongamos 7 Kg de pan? 8 cervezas? 10 porros? Y un celular que puede vender a, muy generosamente, otros $50. El resto de lo que contiene mi cartera no vale para nada, salvo que quiera regalarle a alguna novia mi llavero, mi billetera, mi monedero, mi lápiz de manteca de cacao fruity shine de cereza (aunque posiblemente Ud encuentre la manera de re-valorizarlos), todo usado.
Ahora, una vez que usted desaparece con todo eso y a mi no me queda más que hacerme penca en la comisaría más cercana (porque el oficial de servicio fue a atender un choque en el autopista y no hay nadie más que pueda tomarme la denuncia)[1] y bancarme el saludo falsamente cordial de las operadoras de Link, Visa y Banelco[2], a lo que tengo que agregar la insoportable grabación de Susana Gimenez, Martin Palermo, Ariel Ortega y Echarri en el *611 de Claro, comienza un camino de erogaciones muy poco funcional para ambos.
Link me cobra cerca de $40, para reponerme el plástico, Visa unos 60 aproximadamente, Claro quiere hacerme un recargo de ciento y pico porque estoy tratando de renovar mi aparato antes que se cumpla un año del último que compre para mi línea. Además, tendré que pagar $30 en el registro civil para que me den un nuevo DNI y otros tantos pesos a alguna marca confeccionadora de carteras, billeteras y monederos. A eso, se le agregan los $300 que cuesta una cerradura nueva de la casa (por las dudas) más los $20 que gastare en las nuevas copias de las llaves perdidas.
Si sumo todo, resulta que en el lapso de más o menos una semana, terminare dando voluntariamente, cerca de $1.000 a “personas” que, si bien viven del comercio y el intercambio de objetos por dinero, terminan obteniendo un beneficio muchísimo mayor que el que usted logro al hacerse con mi cartera, no porque la suma sea considerable, sino porque alimenta y reactualiza al sistema.
Claro está, que quien más pierde soy yo. Aunque, en tren de sinceridad, no es que gastar me genere ningún tipo de malestar[3], sino más bien que mi dinero vuelve a quienes más tienen, o para decirlo de otra manera, a quienes menos lo necesitan. Para link, los $40 que vale mi tarjeta, es un grano de arena en una playa. Sin embargo, para mí, $40 es el boleto de toda una semana para ir y volver de mi trabajo, ¿para usted, cuanto es $40? ¿Y los mil?
En definitiva, pienselo, capaz que podría re-ver las condiciones de su negocio y lograr mayores beneficios por el mismo o menos riesgo. Al fin de cuentas, esta delincuencia, aparentemente le reporta ganancias mucho más exiguas que las que le reporta a otros, no llamados delincuentes.
En primer lugar, Ud se lleva una cartera con la suma de $50 que alcanzan para… supongamos 7 Kg de pan? 8 cervezas? 10 porros? Y un celular que puede vender a, muy generosamente, otros $50. El resto de lo que contiene mi cartera no vale para nada, salvo que quiera regalarle a alguna novia mi llavero, mi billetera, mi monedero, mi lápiz de manteca de cacao fruity shine de cereza (aunque posiblemente Ud encuentre la manera de re-valorizarlos), todo usado.
Ahora, una vez que usted desaparece con todo eso y a mi no me queda más que hacerme penca en la comisaría más cercana (porque el oficial de servicio fue a atender un choque en el autopista y no hay nadie más que pueda tomarme la denuncia)[1] y bancarme el saludo falsamente cordial de las operadoras de Link, Visa y Banelco[2], a lo que tengo que agregar la insoportable grabación de Susana Gimenez, Martin Palermo, Ariel Ortega y Echarri en el *611 de Claro, comienza un camino de erogaciones muy poco funcional para ambos.
Link me cobra cerca de $40, para reponerme el plástico, Visa unos 60 aproximadamente, Claro quiere hacerme un recargo de ciento y pico porque estoy tratando de renovar mi aparato antes que se cumpla un año del último que compre para mi línea. Además, tendré que pagar $30 en el registro civil para que me den un nuevo DNI y otros tantos pesos a alguna marca confeccionadora de carteras, billeteras y monederos. A eso, se le agregan los $300 que cuesta una cerradura nueva de la casa (por las dudas) más los $20 que gastare en las nuevas copias de las llaves perdidas.
Si sumo todo, resulta que en el lapso de más o menos una semana, terminare dando voluntariamente, cerca de $1.000 a “personas” que, si bien viven del comercio y el intercambio de objetos por dinero, terminan obteniendo un beneficio muchísimo mayor que el que usted logro al hacerse con mi cartera, no porque la suma sea considerable, sino porque alimenta y reactualiza al sistema.
Claro está, que quien más pierde soy yo. Aunque, en tren de sinceridad, no es que gastar me genere ningún tipo de malestar[3], sino más bien que mi dinero vuelve a quienes más tienen, o para decirlo de otra manera, a quienes menos lo necesitan. Para link, los $40 que vale mi tarjeta, es un grano de arena en una playa. Sin embargo, para mí, $40 es el boleto de toda una semana para ir y volver de mi trabajo, ¿para usted, cuanto es $40? ¿Y los mil?
En definitiva, pienselo, capaz que podría re-ver las condiciones de su negocio y lograr mayores beneficios por el mismo o menos riesgo. Al fin de cuentas, esta delincuencia, aparentemente le reporta ganancias mucho más exiguas que las que le reporta a otros, no llamados delincuentes.
[1]
Tengo la sospecha que es el único que sabe escribir.
[2]
“¡Buenas noches! Ud se ha comunicado…” o “Hasta luego, que tenga unas buenas
tardes”. Buenas tardes? Llamo para cancelar mis tarjetas!! ¿Te parece que puedo
llegar a tener unas buenas tardes/ noches y lo que resta de la semana pendeja
de mierda!!!???
[3]
Más bien sería todo lo contrario, salvo por el desafortunado hecho de que no
tenía ninguna intención de invertir mi dinero en estos menesteres.
Tu razonamiento es impecable, pero hallo medio difícil que tu ladrón se meta a operador de telefonía o a fuerte accionista de tarjeta de crédito. Mientras él no se inserte debidamente en el sistema capitalita occidental en algún lugar de privilegio, obviamente, tendrá que seguir robando carteras, no le veo otra salida.
ResponderEliminarLamento lo que te paso Alicia.
ResponderEliminarMatemaliterariamente perfecto tu razonamiento.
Te mando un beso.
Fran Ruiz